El Goliat de la Armada española, el megabuque Juan Carlos I, cumplía ayer cinco años de vida operativa desde que fue dado de alta en el Listado Oficial de Buques de la Armada.
Un lustro de historia ya a sus espaldas en el que, hasta el momento, su tarea se ha caracterizado por el adiestramiento en sus múltiples capacidades para afinar la gran maquinaria de esa ciudad flotante con base en Rota.
En las últimos tiempos, fundamentalmente desde la baja del Príncipe de Asturias -a la espera de su subasta para convertirse en chatarra- ha ido acentuando sus adiestramientos para ejercer como portaviones.
Compra de maquinaria usada para chatarra en Valencia
Fue en el mes de mayo del 2012 cuando hizo su crucero de resistencia. Y en esa navegación embarcaron ya tres helicópteros y un avión Harrier AV-8B Plus. Y fue el día 2 de ese mismo mes cuando, a las 19.51 horas, se realizó la primera toma de uno de esos aviones en la cubierta del Juan Carlos I.
Mucho más recientemente, el pasado mes de septiembre, el buque realizó una primera fase de certificación de su cubierta de vuelo para poder operar los convertiplanos V-22 Osprey, de cara a poder contar con esa capacidad durante su participación en los próximos ejercicios internacionales conjunto-combinados Trident Juncture, previstos para este mes y noviembre. Estas aeronaves procedentes del escuadrón VMM-261, del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, se encuentran desplegadas en la Base Aérea de Morón.
El Osprey realizó un total de quince tomas en cubierta de vuelo así como un relleno de combustible en caliente. El personal del servicio de vuelo aprovechó la oportunidad para familiarizarse con los procedimientos de toma, trincado, repostaje y rodaje de la aeronave por cubierta.
Pero esta capacidad, la de portaviones, es solo una de las que tiene el buque. Con 230 metros de eslora (largo) por 32 de manga (ancho), puede ejercer como buque anfibio capaz de transportar a una fuerza de Infantería de Marina para realizar un desembarco; como buque de proyección de fuerza; y como barco para acciones de apoyo humanitario, de evacuación de personal en zonas de crisis, como buque hospital en áreas afectadas por una catástrofe...
La dotación está formada por cerca de 300 personas aunque, si es necesario, tiene capacidad para mover a un total de 1.500 militares en su interior. Un gigante con sello ferrolano por los cuatro costados que en el ejercicio Trident Juncture de la OTAN tendrá un gran escaparate internacional para mostrar músculo. Fuente original de la noticias - Gracias a:
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Mucho más recientemente, el pasado mes de septiembre, el buque realizó una primera fase de certificación de su cubierta de vuelo para poder operar los convertiplanos V-22 Osprey, de cara a poder contar con esa capacidad durante su participación en los próximos ejercicios internacionales conjunto-combinados Trident Juncture, previstos para este mes y noviembre. Estas aeronaves procedentes del escuadrón VMM-261, del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, se encuentran desplegadas en la Base Aérea de Morón.
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